Confianza…. Por qué no?
Sentía y podía ver cómo el verano se iba instalando en la
vida de aquellos que se cruzaban a mi
paso. En realidad, era en mí donde se instalaba el verano. Las ansiadas y
merecidas vacaciones llamaban a mi
puerta. La música en los auriculares me transmitían la alegría que no
necesitaba, pero que sumaba más de lo
bueno.
Me fijé en un grupo de chicos y chicas de unos 16 ó 17 años. Eran unos quince más o menos, Sentados en la
hierba, gritaban, reían, corrían…. ganseaban … Todo era perfecto.
Pero por qué una
garrafa de cinco litros de vino con cocacola presidía al grupo….?
Y Por qué no? Eran libres. Podían hacer lo que quisieran,
aunque no les está permitido legalmente.
Por qué a pesar de
las restricciones decidían beber en lugar de elegir otra manera de divertirse?
Para qué necesitaban el alcohol en sus vidas? Qué papel
desempeña si lo tienen todo?
La curiosidad y la energía pudieron frente a la prudencia
y me observé dirigiéndome decidida hacia
ellos y aunque sabía la respuesta a esas preguntas quería escucharlas de sus
propias voces.
En un flash me convertí en periodista con un artículo entre manos sobre adolescentes.
Con esa excusa me planté entre la garrafa de calimocho y ellos.
La pregunta y mi presencia
a pesar de lo que pudiera parecer, no les sorprendió mucho. Podía ser
debido a los efectos del alcohol.
Por qué siendo tan vivos, tan auténticos, ¿necesitáis beber? ¿Para qué lo necesitáis?
Pronto pude sentir su curiosidad hacia mí y por lo que hacía allí y rápido me
acogieron como una más entre ellos. Me senté sin más y me uní a sus risas.
Percibí como se sentían alegres, confiados, curiosos
(bendita curiosidad) participativos. Querían ser visibles.
-Muy sencillo!,
respondieron. Con el alcohol, nos atrevemos a hacer lo que sin él no
seríamos capaces.
La respuesta de otro: - Para divertirnos!!
-Porque todo el mundo
lo hace…!!! Interesante. imitan? A quiénes imitan?;
pensé
-¿Qué es lo que no os atrevéis a hacer sin él?
¿Qué es para ti divertirte?
¿Es lo mismo lo que no os atrevéis a hacer que diversión? Acaso no os atrevéis a divertiros? ¿Necesitáis escudaros en él para hacerlo?
¿Es lo mismo lo que no os atrevéis a hacer que diversión? Acaso no os atrevéis a divertiros? ¿Necesitáis escudaros en él para hacerlo?
¿De qué os protegéis?
Todas estas preguntas curiosas fueron las primeras. Así me
fueron saliendo y algunos, los que tenían menos alcohol en su sangre,
comenzaron casi sin darse cuenta a reflexionar y a responder. Quizá, libremente escogido, este momento fue un nuevo
comienzo de su vida.
Su lenguaje no
verbal, hablaba y me contaba que algún resorte había sonado dentro de ellos. En
su esencia.
Se protegen de la gente, de la sociedad, de sus juicios, de
su falta de confianza en ellos.
Yo, no les juzgaba. No se sentían juzgados. Mi apertura, les
abrió.
Parecía que hubieran estado esperando a que alguien, una desconocida, se les acercara para hacerles esas preguntas, que ya habían oído en boca de otros, pero que sin embargo tal vez, nadie les hizo desde la simple curiosidad, la plena confianza en ellos y el máximo respeto.
Parecía que hubieran estado esperando a que alguien, una desconocida, se les acercara para hacerles esas preguntas, que ya habían oído en boca de otros, pero que sin embargo tal vez, nadie les hizo desde la simple curiosidad, la plena confianza en ellos y el máximo respeto.
Parece ser que de repente cobraron protagonismo. Yo, les
podía ver, allí en un parque, en verano, fuera del aula, en su ámbito, como se
dice… en su salsa. Allí, donde pueden
SER, donde parece que nadie les puede ver?
Les veía tan completos, tan únicos, tan capaces de comerse el mundo, tan recién
estrenados…. Llenos de vida.
Decidí darles mi visión. Así que reflejé lo que
me proyectaban con la mejor de
mis miradas.
Querían que permaneciera con ellos.
Lancé una vez más la caña al agua.
¿Qué es lo que mejor que sabéis hacer sin apenas esfuerzo y que os llena de energía?
Cuál es vuestro don?
_Bailar, dibujar, diseñar moda, quiero ser psicóloga..
Bravo!!!
El resto no sabía. NO SABÍAN QUE HACER CON SU VIDA!!!!
Sus respuestas,- pues lo que está establecido, estudiar
“algo” para tener un trabajo. NO sé.
¿Es que nadie les había dado la oportunidad de verse como lo que verdaderamente son?
Sentí el deseo de retarles.
¿Cuántos de vosotros os consideráis protagonistas de vuestra
vida?
Sus caras sorprendidas, seguidas de sus risas cómplices de
no saber a qué me estaba refiriendo con esa pregunta, me contestaron.
Continué: ¿Queréis ser los protagonistas de vuestra vida?
¿Queréis darle el color que requiere y que está pidiendo la energía que lleváis
dentro para darle un significado?
¿Cuántas veces os quejáis a lo largo del día? ¿Qué hacéis
para resolver el problema que originó la queja?
-Te refieres a
cuántas veces decimos, joder?
SÍ, por ejemplo.
-Y , ¿qué podemos hacer?
Les respondí con otra
pregunta: ¿Habéis probado a anotar en un papel y contar luego las veces que
expresáis una queja? Si al día siguiente sois capaces de decir una queja menos,
es el primer paso para ser protagonistas. Y si verdaderamente queréis dejar de
ser víctimas, preguntaos qué podéis hacer al respecto, de qué parte sois
responsables y acto seguido tomad una decisión libremente.
¿Qué sois capaces de hacer si no necesitarais el
alcohol? Si no tuviériais miedo a nada?
Por ejemplo.
Un sinfín de creativa locura les brotó de dentro: Saltar en
paracaídas, viajar, recorrer el mundo,
bailar durante toda la noche, asaltar un banco, eliminar los institutos, los
profesores y los políticos….
Estaba claro cuál era su objetivo: Disfrutar de la vida y de
lo que les ofrece. Tomando el timón de
su vida, que no es más que tomar decisiones libres de acuerdo a su ser y su sueño y siendo
responsables de las consecuencias de sus acciones.
Les recomendé entonces visitar en internet la AKADEMIA y vídeos en you tube de algunos como Borja Vilaseca.
Una última pregunta les lancé: Puestos a soñar, ¿cuál es
vuestro sueño, algo que os permitiera ganaros la vida al mismo tiempo que os
haga disfrutar?
Con esa pregunta en
sus corazones y mentes y, la posibilidad abierta de volvernos a ver
para seguir charlando, me levanté para regresar a casa. Este encuentro no había
sido casual. Volvería a verlos en su salsa, quién sabe si con alguna nueva
decisión tomada.
Alguno de ellos me preguntó si tenía instagram. Una más de
sus locuras…. Más risas.
Me despedí presentándome: les dije mi nombre y que había sido un honor que hubieran querido compartir media hora
ayudándome tanto con mi trabajo. Un trabajo que no es este, el de escribir esto
ahora, sino el de intentar despertar consciencia.
Desde aquí les agradezco el que me brindaran la oportunidad de ver en ellos la vida y energía que necesitan
para ver cumplidos sus sueños y deseando que no permitan que les corten las alas que necesitan para alzar su
vuelo.
Mi sueño, una
sociedad despierta y consciente. Creada a partir de un sistema educativo donde las conversaciones
amables entre iguales, partiendo de sus intereses, no tengan distancias entre maestros y alumnos;
con grupos menos numerosos donde el
individuo no sea un simple número, sin saber quién es y que solo luche por otro número, por tener o por hacer; donde haya espacios para crear vidas, sus vidas; donde se extraiga lo mejor de cada ser y no se
les llene solo de contenidos; donde la gestión de las emociones y las relaciones
con sus iguales, primen; un lugar donde conocerse y amarse con coherencia y aprender a amar desde la asertividad; aprender a utilizar la intuición; un lugar donde se aprenda a ser. Un lugar de acompañamiento y no meramente de formación.
Sin este sueño no sería posible que cada nuevo día mirase a mis alumnos, y ahora también a aquellos que vienen a mí, por un proceso de coaching, con renovada energía y
confianza.
Si me paro a verles,
sus caras, sus sonrisas y sus historias,
me dicen que todo es posible, que es precisamente, lo que les digo yo a
ellos cada día.
Con el coaching dentro del sistema educativo, podría hacerse.
En otros sitios existe ya, por ejemplo Finlandia; por ejemplo en la Grecia antigua con Platón, ¿por qué no en España y en el siglo XXI?
Y Por qué No?
Por que sientan sus vidas en sus manos, porque sean
auténticos y libres.
Por ellos y por la confianza que deposito en sus
sueños.
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